Edificio Correos de Chile Calle Exposición 211 Estación Central
Santiago 01 octubre de 2020
Arquitecto Adolfo A. López Sepúlveda
En torno a la publicación de venta, de un bien inmueble perteneciente a la institución de Correos de Chile, es necesario pronunciarse dentro de un contexto de un Estado de Excepción al respecto según lo siguiente.
Dentro de las últimas semanas del mes de septiembre del presente año (2020), Correos de Chile, publica la compraventa para un edificio ubicado en calle Exposición 211, perteneciente a la comuna de Estación Central en la ciudad de Santiago. Se trata de una licitación de carácter pública y que es parte de un plan funcional que le permita a la empresa relacionada, la posibilidad de reubicarse, hecho comunicado a sus trabajadores. Sin embargo, de alguna forma, las características notables del edificio en cuestión, que cuenta con más de 22mil m2 a su haber, diseñado a fines de los años ´60 y principio de los años ´70 por el Arquitecto Boris Guiñerman Waissbluth (U. Chile, 1964) como parte de una oleada que fue transformando la realidad nacional `para entonces en base a una Arquitectura Moderna icónica, que no ha pasado desapercibida ante el llamativo anuncio de su venta y conforme a la adquisición de las bases correspondientes según lo informado por la empresa propietaria.
Es de gran importancia entender el trasfondo que subyace ante el presente conflicto desde una perspectiva en torno a la valoración de inmuebles patrimoniales o con características singulares y asumiendo un rol en relación con la tasación de alguna propiedad privada que trasciende más allá del terreno y en función del futuro uso que pueda tener una edificación del tipo dentro de un contexto actual en permanente transformación. No obstante, debemos destacar que dicho inmueble, posee características privilegiadas en torno a la ciudad, ya que está tan sólo a 500 metros de distancia de la Av. Libertador Bernardo O´Higgins (Alameda), por lo que su venta no representa un hecho aislado ni parcial que no pueda afectar el funcionamiento de la ciudad. Más bien, si una institución como Correos de Chile, piensa que está en su derecho de hacer venta de un bien inmueble y ello no significa un perjuicio ni transgredir las normas, no es tan claro que efectivamente así sea.
Tanto por la trascendencia histórica del edificio y que además posee influencia sobre su entorno, por lo que se trata de un volumen arquitectónico inserto dentro de una trama y que ordena, conforma un barrio. Entender, por un lado, la condición de un bien inmueble histórico que representa un ícono en el movimiento moderno racional a nivel nacional y territorial, y que presuntamente pueda quedar adscrito a un funcionamiento aislado, apartado dentro de su contexto inmediatomediato, tal como lo viene a expresar una venta cerrada al respecto. Por lo que, lo más sugerente, sería evaluar la posibilidad de rehabilitar el edificio, y generar una venta conforme a un plan de recuperación de la ciudad y que requiere de alguna forma, expresarse como parte un planeamiento integral urbano que posibilite rehabilitar sus dependencias interiores, pero así también continuar como un hito urbano, conversando con su exterior inmediato.
Redestinar su funcionamiento y haciéndose parte de un plan con un programa de recuperación urbana importante en el área y que posibilite potenciar el ideario cultural que posee su entorno. Más bien, estamos hablando acerca de un dispositivo que pueda abrir nuevas posibilidades de desarrollo futuro, y tales consideraciones, no se observan en una venta cerrada de un bien inmueble, de valor histórico y trascendente en el desarrollo metropolitano de la ciudad de Santiago. Por lo mismo, no es posible, evaluar, tasar un bien inmueble de las características descritas, desconociendo un proceso histórico relevante y cómo éste irrumpe dentro de un contexto nacional con una arquitectura de avanzada para entonces y que continúa siéndolo. Y así tampoco dar curso a una venta que pasa por alto, ciertas consideraciones, restricciones, que claramente inciden en su valor a cotejar.
Es quizás la falta de procedimientos y mayor comprensión en torno a la conformación del suelo urbano y en la relación a una dialéctica arquitectónica, entre obra y contexto, más aun sumando un valor conforme al tiempo, desde donde podamos gestar y articular cuáles serían los nuevos procedimientos a considerar en torno a la valoración de bienes inmuebles, el poder diferenciar una condición histórica relevante respecto de una obra nueva o un proceso deteriorado por el avance de la ciudad y su planificación, o más bien, ante la falta de planificación y contextualización según las distintas realidades que cohabitan la ciudad, más aún cuando según la condición presente en cual nos encontramos, un contexto de excepción tanto a nivel local como global, es decir dentro de una tendencia a glocalizar los nuevos procesos de desarrollo, debiese tender a modo de sugerencia, proponer algún desarrollo junto con la comunidad y la ciudad presente.